Economía y sociedad en el siglo XVI
1. Economía.
Desde mediados del siglo XV aproximadamente hasta finales del siglo XVI, Europa vive un periodo de crecimiento económico. Coincide con la transición de la Edad Media a la Edad Moderna o, si se quiere, del feudalismo al capitalismo.
En este sentido España fue una de las razones que impulsaron el capitalismo europeo (aunque el proceso había empezado) gracias a la gran cantidad de oro y plata que introducen desde América y con el cual se acuñan las monedas.
El impacto de los metales americanos sobre la economía española es paradójico: por un lado proporcionó enormes cantidades de dinero, que en lugar de producir riqueza, impulsar las manufacturas, en definitiva, desarrollar la industria, sirvió para comprar productos fabricados en el extranjero y pagar las numerosas guerras. La escasa productividad del país, la enorme inflación causada por la llegada masiva de plata y el enorme déficit provocado por los gastos de la guerra, provocaron hambrunas y miseria en la mayoría de la población, como , recordemos, bien supo plasmar la novela picaresca.
2. La sociedad española del s. XVI
La sociedad española de los siglos XVI y XVII era una sociedad continúa siendo estamental y jerárquica, en la que todos los ciudadanos no eran iguales ante la ley. Se reconocían 2 clases o estamentos privilegiados:
- La nobleza y el clero. Clases privilegiadas que no pagaban impuestos y tenían otros privilegios ante la ley.
- El pueblo llano. La mayoría de la población que no gozaba de estos privilegios y pagaba impuestos
Aunque hacia finales de siglo se aprecian los primeros síntomas de cambio hacia la moderna sociedad de clases, donde los privilegios o la pertenencia a una clase social no se adquieren sólo por nacimiento o cargo sino que se consiguen con dinero. Se empezó a imponer el capitalismo y la monarquía, agobiada por las deudas, comenzó a vender títulos nobiliarios al mejor postor.
Análisis social
Quizá el principal problema, el que supuso el fin del poderío español fue la mentalidad de la población, los valores sociales. Como hemos dicho, la época del Renacimiento coincide con un primer desarrollo del capitalismo comercial y con el inicio del Estado moderno. Sin embargo, en España, esta evolución no se hace en beneficio ni de la burguesía, ni del cuerpo administrativo de funcionarios reales (los letrados), ni de los trabajadores; sino que son la aristocracia y los valores caballerescos los que se imponen. El ideal de caballero en el s. XVI se convierte en el modelo a seguir por la sociedad.
El caballero ideal ya no es el guerrero, como en la Edad Media, sino el cortesano, el que se dedica a la escritura y a la guerra (escritores soldados como, por ejemplo, Cervantes o Garcilaso de la Vega). La nobleza se interesa por la cultura y se impone un ideal “ocioso”, es decir: se critica y se ve mal el trabajo manual, y, por contra, se valoran el arte y el lujo. Hay un desprecio por las actividades productivas y el trabajo manual, considerado como oficio despreciable, impropio de un caballero. «Dios mandó al hombre rico que obrase y no le dijo que trabajase, que esto pertenece a los pobres», se decía en la época. Por tanto, el trabajo es sinónimo de pobreza y mala imagen social. Las grandes fortunas invierten su dinero en comprar nuevas tierras, pero no en crear industrias o en el comercio.
Además el caballero ideal estaba obligado a la caridad, debía ayudar al mendigo por lo que muchas personas del pueblo llano prefirieron ser mendigos (pues recibirían ayuda del caballero) antes que labrar la tierra o trabajar en el taller, lo que provocó falta de mano de obra para trabajar y el inicio del histórico atraso industrial de España.
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