Las migraciones indoeuropeas: céltas e ibéros

A partir del 800 a.C. entran en la península por los Pirineos procedentes de las llanuras de Europa Central los pueblos indoeuropeos. Son comunidades pastoriles y guerreras que conocen la metalurgia del hierro. Ocuparon el norte de la Península y la Meseta. Se mezclaron con los pueblos indígenas y formaron diversos pueblos conocidos como celtas, aunque sin perder sus rasgos indoeuropeos.

  • Los celtas: Ocuparon el norte y centro de la Península. Procedían del centro y este de Europa. Eran tribus poco avanzadas social y tecnológicamente, pero muy guerreras (como veremos, a los romanos les costó muchísimo dominarlas militarmente). Se agrupaban en poblados, llamados castros que estaban fortificados pero no urbanizados. La base económica era la ganadería (ovejas y vacas), excepto la de los pueblos que habitaban la Meseta, que era la agricultura (trigo). Conocían la metalurgia del hierro y eran hábiles en la fabricación de instrumentos de trabajo, armas y orfebrería. No tenían lengua escrita. Entre sus cualidades artísticas, llama la atención su magnífica joyería.

 

  • Los celtíberos: En el alto valle del río Duero, entre la España celta y la ibera, estaban los celtíberos. Estos pueblos, con ciudades como Numancia (cerca de Soria) fueron el resultado de la mezcla entre los celtas del norte y los íberos, del levante y el sur. Conocían el urbanismo y fabricaban una bella cerámica con formas y decoración muy originales. Su economía, muy pobre, les obligaba a luchar contra los pueblos vecinos o a ponerse al servicio de otros pueblos como soldados mercenarios.

 

  • Los pueblos Iberos:  Se extendían por el sur de la Península y por el Levante. De origen desconocido, las teorías más aceptadas apuntan a una procedencia del norte de África.  Su forma de vida puede resumirse en los siguientes rasgos generales:  se organizaban en torno a la monarquía; vivian en ciudades estado fortificadas y urbanizadas, y, con frecuencia, enemigas entre sí; se dedicaban a la agricultura, ganadería y comercio; y, por último, su industria metalúrgica alcanzó gran perfección. Hacia el 250 a. C. por influencia griega desarrollaron una economía basada en la moneda.

    Destacó la poderosa monarquía de los turdetanos (en Andalucía occidental). Como hemos dicho antes, se mezclaron en la zona de la Meseta con los pueblos del norte, formando comunidades celtíberas.

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